Al principio todo era turbio, nada tenia sentido, ni siquiera el haber vuelto reconfortaba mis sentidos, la soledad era total, tanto era que mis adentros se sabían abandonados, hecho logrado por mis actos, en realidad todo ese recorrido por inframundos, externos e internos, lo considero un proceso necesario para así hilvanar ese destino tan mio desde mi concepción, pero aun así el principio se manifestaba sórdido e incierto.
La mente también parecía vacía, una gran cantidad de espacios vacíos se manifestaban en mis pensamientos, ¿pero cuales? si aparentemente no existía nada, en realidad todo se encontraba oculto en los confines de mi ser, y fue entonces que repentinamente comenzo a generarse un trafico mental que me empujaba, sin freno, hacia la búsqueda de un orden, de una coherencia, una realidad que parecía inalcanzable, ¡dudas!, inquietudes y grandes deseos invadían mis adentros, tal vez todo se daba por el hecho de saberme de regreso, reencontrado y sobre todo de saberme reintegrado a mis propios ideales.
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