lunes, 16 de mayo de 2011

El siguiente día.

La vida ahora ha resuelto sacarme de ese laberinto de emociones en el que tanto tiempo permanecí extraviado, puedo ahora enfrentar nuevamente lo que venga, puedo nuevamente sonreír y decirle a la vida misma --gracias--Sí, gracias por despertar libremente todas esas emociones, gracias por permitir que mi mundo y mi esencia renazcan, gracias por dejarme emprender la retirada de aquella batalla en la que me encontraba, he dejado al egoísmo en el olvido y me involucro con el ahora sin temor a volver a confundir mis pasos. Y lo se, la gente aún no lo ve, muchos se dirán, no lo se, y eso, que más da, son las consecuencias de lo que de mí solía brillar por tantos años fui víctima de mí propia rebeldía y es ahora que me entrego a la gracia y me despido de las constantes desgracias, sí, es ahora que me siento y escribo, es así como en silencio percibo que nuevamente estoy vivo, por mí, para y es así como seré parte del todo que por tanto inunde de lodo. Aquí me siento y redescubro quien soy y hacia donde voy, aquí me siento y despierto aquello que parecía perdido, despierto esa parte de mí que la gente amaba tanto y es ahora que ha vuelto para así reintegrar me con la vida misma.
A pesar de mi ausencia nada ni nadie dejo de importarme, es momento de expresar lo que por mi gente siento.
Comenzare por mi padre, hombre honesto, seguro de sí mismo, un hombre que me ha brindado su amor, su apoyo, su seguridad y sobre todo una gran cantidad de enseñanzas, a pesar de eso durante mucho tiempo le reproche demasiado y pretendía alejarme pero llego un momento en el que finalmente comprendí que el equivocado era yo, tal vez existan mínimos detalles que no vale la pena mencionar ya que las excusas y rencores no sirven en nada para crecer, solo me queda darle las gracias por su amor y su constante interés  por verme de vuelta y ya ves, ahora a pesar de esa ligera lejanía y des confianza, que por lógica existe, voy de frente hacía mis propios triunfos y objetivos que me permitirán ser libre y como consecuencia lo haré un hombre feliz y orgulloso.
Mi madre, no lo se, son mínimos recuerdos que me quedan de ella se que su presencia fue intensa, al igual que su lejana compañía pero cercana su existencia.

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