Mis manos se agrietan
como árida tierra,
se me seca el alma,
se me seca,
y en ellas se pierden las ganas,
no hay agua,
ni piel,
ni nada.
El ser callado, tímido,
o reservado,
nada bueno,
nada malo;
más solo,
más callado.
No me apago
tan solo olvido
que quisiera estar contigo...
Septiembre 18, 1996
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