domingo, 5 de junio de 2011

Es lindo...

Es lindo descubrirse nuevamente y así comprender que la vida es maravillosa a pesar de saberme en un lugar al que no pertenezco, un lugar en el que diariamente visualizo y enfrento mis actitudes ante las de la mayoría de gente que me rodea, de todo aquello que se fue anexando y que ahora, afortunadamente, se que no son parte de mí, solo fueron parte de ese Alfredo absurdo, desintegrado, pretensioso y sobre todo decadente; ahora descubro que la gente bulliciosa, deshonesta, imitadora y presumida me irritan demasiado, así como aquellos que pretenden ser los mejores y al final siguen siendo unos fracasados, tal vez dentro de este mundo delictivo sean lo que pretenden ser pero en la realidad se limitan a ser nada y todo este malestar se da porque enfrento a eso que pretendía ser parte de mí, pero no permito que esa molestia me domine, la tolerancia es básica. Ahora recuerdo cuantas veces me pregunte ¿hacia donde vas?, y por mucho no lo supe, afortunadamente descubrí el verdadero camino a pesar de este cautiverio en el que vivo.
En la oscuridad dije un mil tonterías que me permitieron aprender a aceptar y reconocer mis errores, eso, es un gran logro y de eso me animo a vivir y a vivir la vida libremente, mi ser esta convencido de que estoy en mi propio renacimiento.
Cuantas veces he escrito sobre mí, sobre el amor, sobre la vida misma, sobre mis idioteces, sobre los mínimos triunfos y alegrías, cuantas veces comprendi mis errores sin aceptarlos, y es ahora que me inundo de placer, de palabras para expresar lo que me viene a la mente y cuanto fui abandonando en el camino, un sin fin de recuerdos olvidados, recuerdos que prefirieron abandonarme, aún así se que ya no estoy solo, ha retornado el amor, la creatividad y la alegría. Por momentos grito mi desesperación y otros comprendo que soy un viajero del tiempo y el final de esa etapa esta llegando.
Gracias por este renacimiento, por hacerme lo que soy, hoy, ya se donde guardar los recuerdos, la vida misma me sentencio a ser, ya no me afecta el olvido ni las indiferencias y mucho menos aquellos solitarios recorridos, mi corazón lucha en soledad y ya no se cae en sus abismos por tener un mil razones para respirar, viviendo, sonriendo y amando cada instante de lo vivido sin volver a llorarle al olvido...

2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario